PARECE QUE EN TIEMPOS DE JESÚS EXISTÍA LA CREENCIA GENERALIZADA DE QUE EL MESÍAS NO DEBÍA BUSCARSE ENTRE LOS PODEROSOS DEL MUNDO, ENTRE LOS REYES, SINO ENTRE LOS HOMBRES DE DIOS, LOS QUE ESTABAN ANIMADOS POR EL ESPÍRITU DE LOS PROFETAS. ESTA OPINIÓN DE UN INCRÉDULO (GUIGNEBERT), QUE SE BASA EN LAS PISTAS PROPORCIONADAS POR LOS DOS PRIMEROS CAPÍTULOS DE SAN LUCAS, ES DIGNA DE MENCIÓN.